"- Yo soy una princesa, lo son todas las mujeres, aunque vivan en sucios y viejos desvanes, aunque se vistan con harapos, aunque no sean hermosas, listas o jóvenes. Todas somos princesas. Todas. ¿Nunca le ha dicho a usted eso su padre? ¿No se lo ha dicho?"

martes, 2 de febrero de 2010

No hay tal cosa como mariposas ya. Ni sonrisas, ni latidos rápidos en el pecho. No siento escalofríos, ni veo brillo en mis ojos cuando me miro al espejo. No hay suspiros, ni perfumes, ni imágenes frescas a las que recurrir. Ni noches en vela pensando, ni sueños, ni el sonido de bombeo de la sangre en mis oídos, que escucho cuando siento una emoción muy fuerte.

Y todas esas sensaciones vuelven a mí hoy y me golpean, como desde muy lejos, y me recuerdan cuán alejada estoy ya de sentirlas. Y me piden a gritos que retorne desde este maldito lugar en el que estoy recluida, permitiéndome solo imaginarlas de nuevo , pero ahorrándome el dolor que conlleva conseguirlas.

1 comentario:

Seven Cyanidè dijo...

Quizás a veces sea mejor recordar sólo por segundos, para saber que hay cosas por delante que forman ahora parte de la vida.