"- Yo soy una princesa, lo son todas las mujeres, aunque vivan en sucios y viejos desvanes, aunque se vistan con harapos, aunque no sean hermosas, listas o jóvenes. Todas somos princesas. Todas. ¿Nunca le ha dicho a usted eso su padre? ¿No se lo ha dicho?"

jueves, 19 de marzo de 2009

- Vé, yo cuando salgo con alguien por primera vez lo primero que hago es enumerarle todas las razones por las que, seguramente me va a dejar. Prefiero el fracaso prematuro. Decepcionada de antemano, ahorrandome de reproches.
- Bueno a ver, tengamos nuestra primera cita. Defenestrece, dese con un palo, decepcióneme a lo grande, y no sea tímida.
- Quiere que le dé los motivos para no enamorarse de mí?
- Por qué no?
- No soy perfecta.
- Eso ya me inspira bastante confianza.
- Tengo cierto sentido trágico de la existencia que siempre me hace pensar lo peor de todo en cualquier situación.
- Si usted tuviera que ponerse un puntaje entre uno y diez, qué se pondría?
- Un seis?
- Usted nunca pensó, que los motivos para espantar a los hombres también podrían llegar a ser los motivos para enamorarse de usted? Todas las ideas son reversibles. Piénselas alrevés, delas vuelta.

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